Dependencia afectiva, dependencia emocional, apego, enganche… nombres diferentes para nombrar una de las mayores lacras psicológicas que existen hoy en día y que contaminan las relaciones de pareja hasta volverlas destructivas y tóxicas. La dependencia afectiva convierte lo que en teoría sirve para ser feliz o muy feliz (una relación de pareja) en un agujero negro de emociones negativas e infelicidad. El otro día lo definimos en este artículo y hoy toca proponer cómo deshacerse del apego afectivo. Los recursos que compartimos son claves para trabajar e ir creando nuevos hábitos afectivos (con muchos links a otros artículos que os pueden ayudar), por eso os aconsejamos que profundicéis y seáis persistentes pero que también tengáis mucha paciencia y flexibilidad. Quitarse una dependencia emocional no es fácil y necesita tiempo pero si lo lográis pronto veréis los maravillosos beneficios de vivir libres y disfrutar (si os apetece) del sano amor en las relaciones afectivas
A todos nos vendría bien darle un repaso a estos recursos porque todos tenemos algún hilillo de dependencia de cuelga de nuestra relación, por eso este especial está dedicado a cualquier persona que tenga o haya tenido una relación afectiva, el objetivo es que reflexionemos sobre esos punto y todos podamos mejorar nuestra vida afectiva. Pero también va dirigido a cualquier otro tipo de relación que nos genere dependencia, ya sea familiar, laboral o de amistad. Estos recursos también valen aquí y pueden ser utilizados perfectamente.
Cómo romper con las dependencias afectivas (parte I)
Sé consciente de si tienes un problema
Párate un momento y sé consciente de tu vida y de la relación que tienes, de si eres feliz, de si tienes lo que mereces, de si hay soluciones, de cuanto sufrimiento eres capaz de soportar, de cuanto de amor existe, de cuanto de miedo o inseguridad hay…
Piensa también que una buena relación de pareja tiene una proporción mucho mayor de emociones positivas (relajación, cariño, ilusión, pasión, alegría…) que de emociones negativas (rabia, enfado, inseguridad, miedo…), es verdad que una relación puede atravesar crisis y etapas difíciles, pero si tu balance emocional saca una mala nota media, a lo mejor toca replantearse que se puede hacer. Lee también el artículo de la dependencia afectiva.
Trabaja tus «autos»
Todo lo que empieza por auto vale su peso en oro, empezando por la autoestima y acabando por la autorrealización, cuanto más te priorices en la vida y cuanto más te cuides en todos los aspectos, mejores relaciones tendrás. Recuerda que si no te amas, ¿cómo vas a amar los demás?. Si no te priorizas. ¿Como vas a poner límites a los demás?. Si no te valoras,¿cómo te van a valorar los demás?. Esta parte es fundamental, por eso te proponemos darle mucha caña a tu autoestima (y puedes empezar con este artículo)
Tú creas tus propias emociones (las de nadie más)
Recuerda que eres tú quien creas tus emociones (según como interpretas), las de nadie más en el planeta, ni siquiera las emociones de tu pareja, de tu expareja o del amor de tu vida. Tampoco tu pareja tiene ningún poder mágico sobre tus emociones. Por ejemplo, si piensas que tu pareja “te hace feliz o infeliz”, que “sin él serás una desgraciada” o que “por su culpa estás deprimida”, estás quitándote la responsabilidad de tus emociones y pasándosela a la otra persona. Te recomiendo que leas este artículo fundamental para entender todo esto. Si lo haces, habrás avanzado un buen trecho en el camino.
Replantéate tus ideas sobre el amor
La sociedad nos bombardea masivamente sobre lo que es el amor. Películas, dibujos animados, finales felices, anuncios, noticias…desde pequeños aprendemos un concepto de amor distorsionado y contaminado de dependencias e ideas rígidas. Un esquema afectivo que también podemos haber construido de experiencias familiares (haber tenido unos padres divorciados, unos padre que siempre discutían o al revés, unos padres que siempre idealizamos). Nuestro esquema afectivo también los construímos a partir de nuestro historial relacional (relaciones conflictivas, desamores traumáticos…). Aquí no viene mal pararse un momento, ser consciente de todas esos esquemas que has ido acumulando y trabajar para reestructurar tu idea del amor.
Aumenta tu capacidad para aceptar el sufrimiento
La angustia, el dolor, el estrés, el miedo, la tristeza…son todos elementos fundamentales de la vida. Intentar no tenerlos nos aboca paradójicamente a sufrir aún más. Los seres humanos somos mucho más fuertes de lo que creemos, pero para poder ser fuertes tenemos que aceptar primero que a veces sufriremos o tendremos emociones negativas. Dejar una relación de pareja puede ser duro y generar mucho dolor, pero en eso consiste el proceso del duelo: uno se recupera y aún más, se suele reforzar cómo persona.
Aquí os dejamos una buena definición de la baja tolerancia al sufrimiento según el psicólogo Walter Riso (Amar o Depender) para que veais porque es importante trabajarlo: La baja tolerancia al sufrimiento, se expresa así: “No soy capaz de renunciar al placer/bienestar/seguridad que me brinda la persona que amo y soportar su ausencia. No tengo tolerancia al dolor. No importa qué tan dañina o poco recomendable sea la relación, no quiero sufrir su pérdida. Definitivamente, soy débil. No estoy preparado para el dolor”.
Acuérdate, nada es para siempre
Esforzarnos por pensar que el amor es para siempre no ayuda a nada en todo esto de los apegos afectivos. De nuevo las películas y el cine nos han hecho pensar que el amor es eterno y que estaremos juntos para siempre…pero como decía Buda hace un par de milenios: “Todo esfuerzo por aferrarnos nos hará desgraciados, porque tarde que temprano aquello a lo que nos aferramos desaparecerá y pasará. Ligarse a algo transitorio, ilusorio e incontrolable es el origen del sufrimiento. Todo lo adquirido puede perderse, porque todo es efímero. El apego es la causa del sufrimiento”.
Aceptar que nada es para toda la vida conlleva un vivir al máximo el presente y estar en el aquí y en el hora, pase lo que pase con la relación, ya sea un día, diez años o hasta que te mueras. El presente es el camino, apegarse o depender afectivamente de alguien es la piedra en ese camino que no parece que sea la mejor opción para que la relación dure y seas feliz en ella.
Gana en madurez
La inmadurez se puede definir de muchas maneras y todas ellas pueden hinchar una dependencia afectiva hasta el infinito:
– Por ejemplo, inmadurez significa no responsabilizarse de lo que es tuyo: tus emociones, tus actitudes, tu parte de la relación, tus decisiones, tu felicidad…Frases como “Por su culpa estoy así”, “Sin ella no soy nadie” o “Estoy atrapada en esta relación” son ejemplos de lo que estamos hablando.
– La inmadurez también se disfraza del orgullo propio, como por ejemplo “No va a poder conmigo..”, “¿Quién se cree que es…?” o “¿Cómo se atreve a cortar conmigo?”. Frases en donde no hay amor por el otro, hay falso amor por uno mismo, un visión muy autodestructiva del amor.
– También puede verse en el sentido de posesión, como un niño pequeño que se cree que el juguete es suyo y ni quiere jugar ni quiere dejarlo. La inmadurez hace que distorsionemos lo que significa una relación y creamos que es una posesión que hay que agarrarla a toda costa.
– O la necesidad de ganar a toda costa. Muchas veces no es la tristeza de la pérdida lo que provoca el sufrimiento y la desesperación, sino esa visión 100% inmadura que nos lleva a pensar quién echó a quién. “Yo le dejé” “Ella me dejó”…Buscamos controlar la situación como sea, y si lo perdemos y se obtiene nuevamente el control, la revancha no se hace esperar: “Cambie de opinión. Realmente no te quiero”. Ganador absoluto. Todo esto provoca sensación de venganza, ira, enfado, frustración irritación…todos antónimos de amor.
Así que ya sabes, aprende a responsabilizarte de tu vida, cárgate el orgullo destructivo, deja de pensar en la relación como si fuese una posesión y replantéate lo que significa el éxito para ti
Fuera “Deberías” ( y otras distorsiones)
Los “debería” es una manera muy dura, rígida e irreal de interpretar la vida. Provocan que distorsionemos lo que significa amar o tener una relación afectiva. Los “debería” convierten la elección personal del amor en un absoluto universal, y eso ya no es amor: es obligación, ceguera, falta de perspectiva, adicción, angustia, problemas, infelicidad…
Aquí os dejamos algunos ejemplos de «Debería» tan típicos de escuchar cuando la gente habla del amor:
– Sin ti no soy nadie
– Deberíamos estar para siempre juntos
– Sólo soy feliz contigo
– Amar es sacrificarse por el otro
– Hay otras parejas que están peor
– Si lo dejo no podré aguantarlo
– Eres mi vida
– No puedo vivir si ti, sin ti moriría
Aquí os dejamos un ejemplo de debería en el apego, del libro Cuando su media naranja les dice: “Ya no te quiero, lo siento”, el dolor y la angustia se procesa solamente de manera autorreferencial: “¡Pero si yo te quiero!” Como si el hecho de querer a alguien fuera suficiente razón para que lo quisieran a uno. Aunque sea difícil de digerir para los egocéntricos, las otras personas tienen el derecho y no el “deber” de amarnos. No podemos subordinar lo posible a nuestras necesidades. Si no se puede, no se puede.
La anticipación negativa es un terrible perpetuador de dependencias afectivas, el miedo al futuro provoca que sigamos relaciones muy negativas es espirales muy devastadoras.
Una causa muy típica que nos mantiene enganchados a una relación afectiva (aunque esta sea un horror) consiste en intentar viajar al futuro a través de la preocupación y los “Y si..” «¿Y si no encuentro a nadie más igual?» «¿Y si me quedo solo?» «¿Y si acabo deprimido toda mi vida?» «¿Y si no se valerme por mi mismo?.
Mucha gente ve un acantilado en donde caerá irremediablemente si deja la relación, entonces es cuando se ven totalmente derrotados y con una sensación asfixia desbordante al no ver salida, no pueden dejar la relación pero tampoco pueden ser felices en ella.
La relación es real, si eres infeliz en ella es que realmente eres infeliz en ella, no hay nada que rebatir aquí. Pero el futuro no lo conocemos y tenemos un amplio margen de maniobra para cambiarlo, por eso trabaja mucho para romper con tanta anticipación negativa (aquí tienes un artículo fundamental sobre la preocupación)
Fuera victimismos
El victimismo es una actitud muy negativa en donde nos atamos a un problema y nos quejamos de él hasta el infinito en vez de responsabilizarnos y tomar decisiones. Muchas veces en las relaciones caemos en un victimismo feroz que solo logra destruirnos más y más. Frases como “Qué mala suerte tengo” “Soy un desgraciado” “Mira lo que me está haciendo” o “Por su culpa soy infeliz” no ayudan a nada, sobre todo cuando uno continúa haciendo lo mismo en la relación.
Aprende a ser proactivo, a responsabilizarte de t vida y a entrenar a tu cerebro para que vea siempre un camino, una opción o una solución. Si noes tás bien en la relación puedes hablarlo con tu pareja, buscar una terapia, trabajar en ti mismo, darte un tiempo,dejarlo…las opciones son infinitas, no te preocupes que siempre encontrarás el camino para ser feliz ( con o sin relación)
La metáfora es la siguiente, si queremos viajar allá donde queramos y movernos libremente en la vida tenemos que tener un buen auto, es decir, un buen modelo de automóvil a nuestro nombre, […]
¡Oh capitán, mi capitán! Es la famosa frase del poema de Walt Whitman que lleva el mismo nombre. Así es como los estudiantes se comunican con su maestro John Keating interpretado por […]
A partir de la colaboración de expertos en cine, coaches, psicólogos y psicoterapeutas,
hemos desarrollado una herramienta basada en el cine (y series) aplicable al coaching y a la terapia.
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Me gustó mucho el enfoque. Creo que debo revisar otros articllamos.Gracias