Editada por HODGSON & BURQUE psicólogos

Filmoterapia

Cine, coaching y psicología

El proceso de duelo. Introducción

El ser humano posee un mecanismo natural de adaptación a la perdida de seres queridos en cualquiera de sus  formas, muerte, separación accidental, separación forzada, enfermedad, etc. Es lo que llamamos proceso de duelo.

El duelo consta de una serie de fases que debemos reconocer y vivirlas de forma natural. Una buena metáfora consiste en asociar el proceso de duelo con un río que debe desembocar en el mar, tras una perdida recorremos este río pasando por todas sus fases hasta llegar al mar de la aceptación. Son fases normales que deben vivirse y que no conllevan ningún tipo de locura o trastorno, son emociones negativas con un objetivo, superar la perdida.

Comentario, cine y terapia(Mas análisis sobre este tema en el especial sobre el duelo en nuestro blog de filmoterapia. Películas sobre el proceso de duelo y el desamor aquí)

Las fases del proceso de duelo

La psicología nos propone  5 fases en su evolución: Negación, Regateo, Ira, Depresión y Aceptación.

1. La negación o shock es la primera etapa de adormecimiento, incredulidad e irrealidad, se producen pensamientos o palabras como, «No creo que – No puede ser»

2. La negociación o regateo implica la realización de promesas y suplicas tales como, «Voy a ser tan bueno si sólo puedo despertar para encontrar esto no ha sucedido» o «Voy a hacer todo lo correcto, si sólo…». Muchas veces esta fase implica el sentimiento de culpabilidad, un sentimiento normal que se caracteriza por declaraciones como: «Si sólo he tenido… Si sólo yo no hubiera… hecho o dicho o pensado algo”.

3. El enfado o la ira es otra etapa muy difícil, pero necesaria para hacer frente a la realidad y llegar más allá de la pérdida.

4. La tristeza, en donde nos damos cuenta de lo que perdemos y lloramos por ella, esta fase  puede aparecer y desaparecer y ser diferente cada vez en uanto a duración e intensidad se refiere.

5. La aceptación y esperanza vienen cuando finalmente entendemos que nunca seremos el mismo, pero encontramos un sentido y  propósito en nuestra vida.

La función del duelo es adaptar a la persona a la nueva situación de una forma natural y equilibrada. El problema ocurre cuando se produce un bloqueo del proceso de duelo, provocando un dolor excesivo respecto a todo lo ocurrido.

Por ejemplo, un marido que pierde a su mujer y se niega a reconocer su muerte, anestesiado y sumido en la drogas, esta persona está anclada en la primera de la fase y sufrirá de una ansiedad desorbitada, ej. Con amor, Liza (2002) de Todd Louiso

O el chico abandonado por su novia y que intenta solucionarlo de todas las formas posibles, rogándole, cediendo, llamándola freneticamente, dicendole que cambiará hasta destrozar su propio orgullo y por lo tanto su autoestima. Este chico se ha clavado en la fase de la negociación y como hemos visto su seguridad caerá por los suelos y sufrirá de una frustracion que posteriormente le hundirá en una depresión, ej No sos vos soy yo (2004) de Juan Taratuto

Muchas personas se enfurecen con su familia por que ha dejado que muriera su ser querido hasta puntos extremos de acabar denostandolos y odiandolos por lo ocurrido. Estas personas han sido imbuidas por la fase del odio, ej. Gente corriente (1980) de Robert Redford

Y por último, lo que suele ocurrir con mas frecuencia, caer en un estado de melancolía, de tristeza infinita, de depresión que envuelve a la persona el resto de su vida y les inutiliza absolutamente. Estas personas se hunden en la fase de la depresión y no aceptarán nunca lo ocurrido, ej. El turista accidental (1988) de Lawrence Kasdan

La pregunta es por que nos bloqueamos en estas fases, y por que un proceso que en principio es beneficioso para el ser humano se suele volver tan en su contra. Muchas veces la razón es por que la sociedad nos ha educado a ir contracorriente y hacer frente a este proceso evolutivo, a ignorarlo. (Un caso claro hoy en día es la muerte y como nuestra sociedad la camufla en todas sus formas)

Otras es la actitud que tienen las personas ante lo que está ocurriendo a su alrededor, son actitudes defensivas que les impiden avanzar, miedos autoprotectores.

La misión de un terapeuta es enseñar al paciente a curarse a si mismo la herida causada por las circunstancias. Enseñarle los instrumentos para que el mismo aprenda a fluir por el proceso de duelo.

El objetivo es que aprendamos a conocernos, a reconocer nuestras virtudes y nuestras limitaciones, nuestros miedos autoprotectores y nuestras  fortalezas. Reflexionar sobre ello y sobre todo ponerlo en práctica en el día a día. Todo lo que trabajamos en esta area de la filmoterapia está enfocado a este punto. Películas cuyos personajes deben enfrentarse a una pérdida pasada o futura y sus diferentes reacciones nos ayudan a enfocar la importancia de un proceso de duelo equilibrado.

 

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