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Filmoterapia

Cine, coaching y psicología

Aceptando la muerte, Mi vida sin mí (Isabel Coixet)

El proceso de aceptación de la muerte, Mi vida sin mí. Psicologos Coruña | Hodgson & Burque
Esta semana hablamos en filmoterapia de una película imprescindible para entender el proceso de aceptación ante la muerte y el duelo equilibrado.Una historia sobre emociones, familia, amor y de como saber vivir incluso ante la muerte. Nuestra colaboradora Vivoleyendo nos regala una muy buena crítica sobre esta película. Que la disfruten.

Mi vida sin mi (Isabel Coixet, 2003)

SINOPSIS Ann tiene 23 años, dos hijas, un marido que pasa más tiempo en paro que trabajando, una madre que odia al mundo, un padre que lleva 10 años en la cárcel, un trabajo como limpiadora nocturna en una universidad a la que nunca podrá asistir durante el día… Vive en una caravana en el jardín de su madre, en las afueras de Vancouver. Esta existencia gris cambia completamente tras un reconocimiento médico. Desde ese día, paradójicamente, Ann descubre el placer de vivir, guiada por un impulso vital: completar una lista de «cosas por hacer antes de morir». (FILMAFFINITY)

(Ver el trailer de la película)

«God only knows where I’ll be without you…» (The Beach Boys) por Vivoleyendo

Sí, un tema manido, dirán muchos. Qué original es esta Coixet, parece que le va el morbo de lo triste bla bla bla bla… Pues, ¿sabéis lo que os digo? Que a vuestro alrededor, más cerca de lo que creéis, hay personas que se encuentran en una situación parecida a la de Ann.

Un día como otro cualquiera estás haciendo lo que sueles hacer y empiezas a encontrarte mal. Vas a urgencias, te hacen pruebas y resulta que tienes cáncer con metástasis, y el proceso es tan fulminante que ese sufrido médico que tienes delante te pronostica apenas dos, tres meses de vida. ¿Demasiado truculento y macabro para una película, dirían algunos? ¿Poco creíble? ¿Acaso todos los días no le pronostican la muerte a bastantes personas? Sin ánimo de ser agorera, podría pasarle a cualquiera… Nadie está exento.

(Ver este extracto, una conversación sobre que gente normal)

Presenciamos el veloz declive progresivo de una mujer de veintitrés años. Veintitrés. Como quien dice, poco más de dos décadas atrás era un nuevo pedacito palpitante que fue creciendo y en el que varias personas fueron vertiendo ilusiones y esperanzas. Dos décadas que se pasan en un suspiro, aprendiendo apenas los pasos para transitar por este mundo tan inexplicable y complicado. Y ese pedazo de vida joven pero que ha tenido que madurar deprisa, a su vez trae nuevos pedacitos de vida, y avanza junto a los pedazos que la rodean, formando ese círculo misterioso de corriente eléctrica invisible llamado amor.
Pero nadie ha dicho que la vida sea justa (la Tierra gira indiferente al dolor de sus criaturas), y la Naturaleza echa las cartas. Y te toca la carta más temida, la que nadie quiere: la Muerte.A partir de ahí, tu suerte está echada. La Muerte vendrá a buscarte, e intuyes el momento en que vendrá, y será demasiado pronto. Aunque, bien mirado, ¿no es casi siempre demasiado pronto?
Ahora te toca decidir qué vas a hacer. Lamentarte, rodearte de la pena de tu familia y amigos, soportar su compasión y su desesperación mientras te consumes en tu autoconmiseración… O afrontar tu final con la cabeza bien alta. Plantándole cara al terror que sientes, guardarte tu temor y mirar a la vida que te queda con nuevos ojos, de un modo en que nunca la habrías mirado si no supieras que te estabas muriendo. Vas a hacer cosas que nunca habrías hecho. Y una de ellas es preparar una existencia en la que tú no estés y enviar mensajes desde la tumba.
Desgarrador, sencillo, entrañable, cercano y valeroso viaje de una madre, de una esposa, de una hija, de una amante y de una amiga que camina hacia su final con la mirada serena, con un propósito firme y un amor inmenso e infinito que anida en ese cuerpo que se apaga, en ese espíritu que resplandece.
Tal vez la memoria de los demás es lo que, de alguna forma, nos mantiene vivos cuando ya nos hemos ido.

(Maravilloso momento de la película, debajo viene el párrafo,esta eres tu)

«Esta eres tú. Los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como… no sé cómo describirlo… como una de esas personas a las que les gusta la Luna, o que pasan horas contemplando el mar, o una puesta de Sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando. O tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así. Desafiando el frío, sintiendo cómo el agua empapa tu camiseta y te moja la piel, y notar cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies, y el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas… Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído. Esta eres tú. ¿Quién lo iba a decir? Tú…»

Categoría: Films analizados

Etiquetas: Aceptacion, Amor, Duelo, Familia

Etiquetas de cine: Análisis película, Cine español, Dramas, Largometrajes

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2 comentarios

  1. Todo eso está muy bien. Mejor narrado imposible… poético… aleccionador… e incluso inspirador… lección d vida… lección d aceptación… pero olvidas una cosa… q no todos somos iguales… q cada uno vivimos nuestra existencia d distinta manera… q aún con el deseo d apurar la vida d la forma más extraordinaria… no siempre es posible x mil razones, y aún así cada día es una lucha x intentar no hundirte. Entonces… q ocurre… no somos valientes? Nos abandonamos?…No. Ni héroes ni ejemplares… seguimos xq es eso o… y el deseo d vivir hace q continúes. La cuestión es cómo… y volvemos al principio. Cada uno somos un mundo… ni mejor ni peor…y no se debe esperar hazañas tales xq es menospreciar el sentir… el vivir… el luchar… y padecer d los demás, y no x ello somos menos.
    Cómo bien dio a entender, a mi parecer, Pau Donés, no somos héroes y luchamos xq no nos queda otra… pero no se puede cuestionar cómo lo hace cada uno xq akí no hay héroes.

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