Editada por HODGSON & BURQUE psicólogos

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Cine, coaching y psicología

El coraje y sus fortalezas psicológicas

“Algunas veces, para poder ver la luz, hay que arriesgar la oscuridad”. (Minority Report ,2002)

El coraje se define como un ejercicio de voluntad enfocado a conseguir nuestras metas frente a obstáculos internos y/o externos. Las personas llenas de coraje:

– Actúan siguiendo sus convicciones y creencias frente a cualquier peligro o dificultad (valentía).

– Viven sus vidas de acuerdo a sus valores personales y se responsabilizan de quienes son y de lo que hacen (integridad).

– Se mantienen a pesar de los obstáculos y visualizan sus metas hasta el final (persistencia).

– Y abrazan a la vida con brío y entusiasmo (vitalidad).

Sócrates ya hablaba del coraje como uno de las cinco virtudes cardinales (junto a la sabiduría, la moderación, la justicia y la piedad), una virtud necesaria para luchar en una guerra pero también imprescindible para enfrentarse a una enfermedad, una pérdida o un conflicto vital.

Existen un gran número de grandes películas que hablan sobre el coraje debido al atractivo de esta fortaleza. Todos nos sentimos más inspirados, exaltados y motivados siempre que presenciamos muestras de coraje en la vida diaria o en situaciones excepcionales como guerras, accidentes, etc.

LA VALENTÍA

“No existen los límites, sólo nuestros miedos nos detienen” (El maestro YODA)

Definimos la valentía como aquella búsqueda intencional de una meta digna a pesar de la percepción real de amenaza personal y resultado incierto.

Cuando uno piensa en la valentía como fortaleza, enseguida le viene la mente la imagen de una escena de guerra, un policía luchando contra el crimen o un socorrista salvando una vida. Mientras que este tipo de imagen ilustra la valentía física, hay otros dos tipos de valentía igual de importantes: la valentía psicológica, en donde la persona se enfrenta con valor a sus conflictos internos; y la valentía moral, en donde uno mantiene sus criterios éticos y valores morales en momentos difíciles aún a riesgo de perder amigos, trabajo o reputación.

No hay duda de que cada vida contiene una medida de riesgo y desafío que necesita de la valentía para afrontarlo. Como un niño, podemos recurrir al valor para enfrentarnos a la separación de nuestros padres y los cambios que ocurrirán en nuestro hogar. Como un adulto, el valor puede ser necesario para encontrar a un compañero u obtener un empleo. Como un anciano, el coraje nos acompaña al afrontar la muerte. A cualquier edad, el valor nos puede ayudar a hacer frente a problema de salud inesperados u otros problemas externos. Pero la valentía  también entra en juego cuando nos enfrentamos a nuestro mundo interior, con preocupaciones menos obvias y reales, pero quizás más difíciles de afrontar como nuestros miedos o inseguridades.

INTEGRIDAD

“Dignidad. Siempre dignidad” (Cantando bajo la lluvia).

La palabra integridad viene del latín integritas, lo que significa la totalidad.  Las personas que poseen integridad viven sus vidas evitando cualquier tipo de hipocresía, tapujos o dobles vidas, son consistentes en su vida y se suelen comprometer con otros individuos, principios o ideales. Las personas íntegras son personas coherentes con los valores que defienden, sensibles ante las necesidades de los demás y con una enorme valentía.

Además, actuar con integridad también tiene otra serie de beneficios, las investigaciones sugieren que las personas auténticas son más queridas por su grupo de iguales, se convierten en líderes consistentes y disfrutan de relaciones afectivas plenas y completas.

En resumen, la integridad va más allá de decir la verdad e incluye la capacidad para asumir la responsabilidad de cómo uno piensa, siente y hace, presentándose a los demás desde la sinceridad y siendo moralmente coherente.

VITALIDAD

“Empeñarse en morir o empeñarse en vivir”. (Cadena perpetua)

La vitalidad es una de las cinco fortalezas que más correlacionan con la felicidad y el bienestar (las otras cuatro fortalezas serían la curiosidad, el optimismo, la gratitud y la capacidad de amar y ser amado).

Según Peterson y Seligman (2004), la vitalidad “se encuentra en aquellos individuos que piensan que hay que vivir plenamente cada momento de la vida, evitando el abatimiento y la indefensión circunstanciales en nuestras vidas”.La vitalidad por lo tanto significa acercarse a la vida con entusiasmo, no dejar las cosas a mitad de camino y vivir la vida como una aventura, generando sensaciones vivas y activas.

La vitalidad implica una inyección de energía positiva que recorre nuestro cuerpo y nos motiva a seguir nuestro camino o realizar nuevas actividades. La gente vital suelen ser personas sanas, tienen la energía necesaria para llevar a cabo sus metas, creen en si mimas y suelen ser personas populares

Kay redfield Jamison habla sobre la exuberancia, un concepto muy relacionado con la vitalidad en su libro “Exuberancia: La pasión por la vida (2004)”. A partir de anécdotas sobre la vida de figuras tales como Theodore Roosvelt o el físico Richard Feynman ilustra como la vida de las personas puede ser enriquecida con la exuberancia (vitalidad). Otro concepto relativo, el carisma, se refiere a la capacidad de inspirar, influenciar, y motivar a otras personas. La vitalidad es un componente del carisma. Por ejemplo Bill Clinton está considerado uno de los presidentes mas carismáticos de la historia de USA, y su vitalidad forma sin duda parte de este carisma.

PERSISTENCIA

“El ochenta por ciento del éxito consiste en estar allí” (Woody Allen)

Los psicólogos Peterson y Seligman definen la persistencia como “la continuación voluntaria de una acción orientada a una meta a pesar de obstáculos, dificultades y desmotivaciones”. Persistencia es por lo tanto sinónimo de perseverancia y de lucha ante las dificultades.

Sin embargo la persistencia es más que continuar un trabajo hasta realizarlo, debe estar complementado con la virtud de la sabiduría (perspectiva), porque trabajar duro en cada tarea que aparezca no es tan efectivo como trabajar duro en una meta que tienes clara.

Las personas persistentes trabajan duro para alcanzar sus metas y perseveran en sus esfuerzos hasta que logran lo que se han propuesto, no es ninguna sorpresa por tanto que la perseverancia y el éxito vayan de la mano. La persistencia es por lo tanto uno los 6 pilares del éxito en la vida (junto a la autoconciencia, la proactividad, el establecimiento de metas apropiadas, la estabilidad emocional y un uso efectivo del apoyo social). Seligman pone el ejemplo del multimillonario Rockefeller, quien a la edad de 16 años tenia entrevistas 6 días a la semana de forma continúa en busca de su primer trabajo de asistente contable. Una vez acababa con todas las compañías de su lista, volvía de nuevo, llegándose a entrevistar con personas que ya le habían entrevistado. Su persistencia tuvo sus frutos y uno de las compañías le ofreció finalmente un trabajo.

9 maneras de trabajar nuestra persistencia y llegar más lejos en nuestras metas.

1. Trabaja esos pensamientos negativos que tanto bloquean tu persistencia, obsérvalos, reflexiona sobre ellos, y trabaja de manera consiente para reducirlos.

2. La proactividad es una gran aliada de la perseverancia.

3. Comienza a utilizar herramientas para ayudarte a motivarte y continuar hasta la meta (agendas, aplicaciones especiales del móvil, decirlo en publico) Tener escrito lo que nos proponemos nos ayuda a ser más realistas y a motivarnos constantemente.

4. Aprende a recompensarte de manera intrínseca, es decir, mediante ánimos, autoafirmaciones, viendo como avanzas hacia tu meta. Muchas veces funciona mejor que con recompensas extrínsecas como el dinero, premios, etc.

5. Fíjate una meta realista y luego crear un plan para ajustarte a él. Al igual que el miedo es un requisito previo para la valentía, vemos el desafío es un requisito previo para la perseverancia.

6. Termina un proyecto antes de tiempo, la persistencia necesita de pequeños avances para crear buenos y efectivos hábitos.

7. Cuando te levantas por la mañana, haz una lista de cosas que quieres conseguir hacer ese día y que normalmente pospones hasta el día siguiente. Asegúrate de conseguirlo hacer ese día.

8. Trabaja tu autoestima. Otro elemento muy relacionado con la persistencia es la autoestima, cuanto más seguro estés de ti mismo más seguirás hasta el final.

9. Motívate de manera efectiva, saboreando tus victorias y animándote ante la derrota.

“Nada en el mundo puede reemplazar a la persistencia. Ni el talento, porque nada es mas común que un hombre talentoso sin éxito. Ni la genialidad, los genios sin recompensa es casi un proverbio. Ni la educación, el mundo está lleno de abandonos escolares. La persistencia y la determinación solas son omnipotentes. El eslogan Sigue Hacia Delante ha resuelto y resolverá los problemas de la humanidad.” (Calvin Cooldige, presidente 30 de los USA)

 

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