Editada por HODGSON & BURQUE psicólogos

Filmoterapia

Cine, coaching y psicología

La codicia (y el camino a la no felicidad)

Como hemos visto en otros posts sobre la felicidad, existen una serie de elementos clave para el bienestar del ser humano como son las fortalezas psicológicas, las buenas relaciones o la perspectiva vital. Hoy hablaremos de como la sociedad actual, la sociedad del materialismo, del consumismo exacerbado y de la felicidad “made in Cocacola” distorsiona este concepto, tendiéndonos una trampa de deseos inalcanzables e infinitos en donde la codicia se convierte en su elemento estrella (y cargándose en pedazos los verdaderas fortalezas asociadas a la felicidad)

LA CODICIA

George F. Loewestein es un economista y psicólogo que estudia desde hace años la interrelación que existe entre las conductas y actitudes de las personas y la economía. Y una de las preguntas que se ha hecho ha sido plantearse si es el capitalismo quien nos hace más competitivos y codiciosos o es nuestra insaciable afán por acumular quien crea el capitalismo. Según Loewestein ha sido nuestra incapacidad para ser felices quien ha generado un sistema totalmente distorsionado y descontrolado que a su vez dificulta elementos imprescindibles para la felicidad como la ética, la perspectiva vital o la generosidad, disminuyendo a su vez nuestra felicidaden un circulo vicioso y totalmente fuera de control. Y el motor de toda esta espiral desenfrenada es la codicia.

La primera pregunta entonces que nos podemos hacer es, ¿qué significa la codicia desde un punto de vista psicológico? (dejando a un lado moralismos, ideologías o conceptos religiosos). Como concepto psicológico, la codicia (también conocida como avaricia) se define como un deseo desmesurado por adquirir o poseer más de lo que uno necesita. Normalmente se utiliza este concepto para definir a aquellos que buscan la excesiva riqueza material, aunque también puede aplicarse a la necesidad por desear más de lo que se tienea a nivel moral, social, o incluso ser mejor que otra persona. El psicólogo Erich Fromm define la codicia como «un pozo sin fondo que agota a la persona en un esfuerzo interminable para satisfacer la necesidad sin alcanzar nunca la satisfacción.»


Este pozo sin fondo, como dice Erich Fromm, es el motor fundamental que sustenta nuestra cultura consumista actual, un sistema que lleva más de un siglo creando insaciablemente necesidades en el ser humano para poder fundamentarse (recordemos la premisa de la oferta y la demanda) y que se ha dado cuenta que donde más nos toca es cuando se refiere a la felicidad (son muchos años de aprendizaje). ¿Quieres ser más feliz?, pues entonces presume con tus amigos de coche, cómprate una casa, maquíllate para parecer más joven, viaja por todo el mundo, consigue el ultimo Ipad, bebe Cocacola con tus amigos, ten un móvil de ultima generación… Nuestra sociedad materialista actual nos genera unos tótems (o mejor dicho unos espejismos) que no hacen sino hacernos creer que si los conseguimos seremos felices y generando la idea irracional de la felicidad como un pozo sin fondo, que solo se puede llenar con dinero, poder, belleza, etc… Una brutal trampa psicológica puesto que nunca hallaremos la felicidad si siempre necesitamos más (dinero, belleza, status, poder…)

 

LAS CONSECUENCIAS

Las consecuencias de esta terrible necesidad de tener siempre más son muy parecidas a las de un drogadicto (muchos psicólogos hablan de la codicia como de la peor de las adicciones modernas). En primer lugar un incontrolable, urgente y adictivo afán de conseguir más nos llevará a “hacer lo que sea por tener más” y seremos capaces de romper con valores éticos esenciales como la integridad, la honestidad, la generosidad o el altruismo. Además correremos el riesgo de ser esclavos de un miedo atroz a perderlo todo, aumentando nuestra desconexión emocional para huir de nuestra sensación de falta de valores y aumentando desproporcionadamente nuestros niveles de egocentrismo. Un desequilibrio psicológico que finalmente intentaremos compensar con el placer y satisfacción a corto plazo (otras adicciones, drogas, etc)

Ante esa brutal disyuntiva que nos plantea la sociedad actual (y que construye desde que nacemos en un bombardeo masivo) puede parecer, como mucha gente cree, que solo tengamos dos opciones, o hacer todo lo que sea para saciar esa necesidad imperante y paliar nuestro vacío (con la falta de ética y el desequilibrio psicológico que eso conlleva). O caer en la resignación, la angustia constante de no poder llegar a donde nos dicen y finalmente en la depresión. En los últimos tiempos os han grabado a fuego que estos son los dos “únicos “caminos posibles, y para comprobarlo solo hay que mirar  los aumentos casi a la par de los trastornos de ansiedad, la depresión, las adicciones o la corrupción en nuestra sociedad.

Pero que nadie se deprima, las buena noticia es que ser feliz es mucho menos caro de lo que creemos, y encima se basa en un concepto opuesto al “Más” que tanto nos inculca el consumismo, está basado en el “Menos”, porque como bien dice ese dicho: “No es más rico quién mas tiene, sino quien menos necesita” . Si quereis sabermás sobre como ser feliz ( de verdad de la buena) os proponemos leer los siguientes posts:

– 25 maneras de aumentar tus emociones positivas (y mejorar tu ratio emocional)

UN EXPERIMENTO

Ya para acabar (antes de pasar a nuestra sala de cine) os dejamos con el siguiente experimento de nuestro amigo Loewestein que explica muy bien todo lo que acabamos de reflexionar (fuente: http://blogs.lavanguardia.com/metamorfosis/la-pobreza-de-la-avaricia)

Con la finalidad de analizar cuáles eran las consecuencias de la avaricia y de su “némesis”, la generosidad, George F. Loewenstein, nieto de Freud y profesor de economía de la Carnagie Mellon University (Pittsburg), ideó un estudio. El objetivo era determinar de qué manera el bienestar emocional estaba vinculado con la abundancia material. Investigador incansable de la influencia que tiene la psicología sobre la economía y ésta sobre la conducta de los individuos y las organizaciones, convocó a dos grupos de 50 personas para realizar el particular experimento. El especialista en “comportamiento económico” repartió 3.000 euros a cada integrante del primer grupo, con la condición de que debían gastar todo el dinero en ellos mismos. Podían comprarse lo que quisieran.

El segundo grupo recibió la misma suma, pero bajo la premisa de que debían emplear ese dinero en comprar regalos para sus seres queridos. Al cabo de un mes, un equipo de psicólogos realizó entrevistas y tests psicotécnicos a los participantes de ambos grupos para determinar las respuestas neurofisiológicas del experimento. Los análisis concluyeron que el 97% de las personas que se habían gastado el dinero en regalos para otros contaban con ratios de felicidad mucho más elevados que los que lo habían gastado en sí mismos. Así, Loewenstein demostró científicamente que la avaricia es la reina del exceso, y, paradójicamente, vive en la escasez más extrema. No en vano, la persona avara se roba a sí misma la oportunidad de ser generosa.

9 PELÍCULAS SOBRE LA CODICIA

Existen muchas y grandiosas películas sobre la codicia, desde Avaricia (1923), de Erich von Stroheim hasta Uno de los nuestros (1990), de Martin Scorsese pero queremos centrarnos en un tema muy cercano y cada vez más de actualidad. Os proponemos a continuación cinco películas y cuatro documentales sobre la codicia y muy centrados en el actual sistema económico (todas ellas con Estados Unidos como eje central del sistema actual). Distintas maneras de abordar la codicia (y muchos elementos más) para reflexionar sobre este camino imposible y destructivo a la felicidad. Que lo disfrutéis.

1. El lobo de Wall Street (2013), de Martin Scorsese

Sinopsis Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían. (FILMAFFINITY)
2. Blue Jasmine (2013), de Woody Allen

Sinopsis Jasmine, una mujer rica y glamourosa de la alta sociedad neoyorquina, se encuentra de repente sin dinero y sin casa. Decide entonces mudarse a San Francisco a vivir con su hermana Ginger, una mujer de clase trabajadora que vive con su novio en un pequeño apartamento. Jasmine, que atraviesa el momento más crítico de su vida, se dedica a tomar antidepresivos y a recordar su antigua vida en Manhattan. (FILMAFFINITY)
3. Glengarry Glen Ross (1992), de James Foley

Sinopsis Narra las ajetradas vidas de unos agentes inmobiliarios de Chicago que intentan sobrevivir en un mundo altamente competitivo y un mercado en plena depresión. A pesar de la situación, reaccionan siempre con unos escrúpulos y una solidaridad admirables. (FILMAFFINITY)
4. Margin Call (2011), de J.C. Chandor


Sinopsis Crónica de la vida de ocho trabajadores de un poderoso banco de inversión durante las 24 horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. Cuando Peter Sullivan (Zachary Quinto), un analista principiante, revela datos que podrían conducir la empresa a la ruina, se desencadena una catarata de decisiones tanto morales como financieras que producen un terremoto en la vida de los implicados en el inminente desastre. (FILMAFFINITY)
4. The Corporation (2004), de Mark Achbar, Jennifer Abbott

Sinopsis Documental sobre el nacimiento, el crecimiento y la madurez de ese tumor maligno que son las grandes corporaciones, visto desde una perspectiva muy crítica y real. Cuenta con estrellas invitadas como Nike, Coca Cola, IBM… y con grandes “presentadores” como son Noam Chomsky, Michael Moore y Milton Friedman entre otros. (FILMAFFINITY)
6.Zeitgeist: Moving Forward (2011), de Peter Joseph

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Sinopsis Film independiente y sin ánimo de lucro. Trata de la necesidad de una transición desde el actual sistema monetario que gobierna el mundo hacia una economía basada en los recursos del planeta, a la que se aplicaría el conocimiento científico actual para hacerla realmente sostenible y eficiente. (FILMAFFINITY)
7. El siglo del yo (2002) de Adam Curtis (Ver video también aquí)


Sinopsis Miniserie de TV. 4 episodios. Serie de cuatro documentales producidos por la BBC, en los que Adam Curtis disecciona la influencia de la psicología de masas y la propaganda en la creación de la sociedad de consumo y el Poder en sí mismo del siglo XX. El documental nos introduce en las entrañas del poder sobre las masas, la publicidad, la propaganda, las relaciones públicas y los medios de comunicación. (FILMAFFINITY)
8. Wall Street (1987), de Oliver Stone

Sinopsis Bud Fox (Charlie Sheen) es un joven y ambicioso corredor de bolsa que consiguió terminar sus estudios universitarios gracias a su esfuerzo y al de su padre (Martin Sheen), mécanico y jefe de sindicato. Su mayor deseo es trabajar con un hombre al que admira, Gordon Gekko (Michael Douglas), un individuo sin escrúpulos que se ha hecho a sí mismo y que en poco tiempo ha conseguido amasar una gran fortuna en el mundo de la bolsa. Gracias a su insistencia, Bud consigue introducirse en el círculo privado del todopoderoso Gekko, y comienza a colaborar con él en sus negocios e inversiones. (FILMAFFINITY)
9. Enron: The Smartest Guys in the Room (2005) de Alex Gibney

Sinopsis Relata el caso de la empresa Enron Corporation que, en quince años, pasó de ser una pequeña empresa de gas de Texas a convertirse en el séptimo grupo empresarial de mayor valor en Estados Unidos, y que acabó en la quiebra absoluta dando lugar a uno de los mayores escándalos de la historia financiera de Norteamérica, con graves repercusiones políticas, salpicando incluso a la Casa Blanca. A través de entrevistas realizadas a algunos de los personajes implicados en la historia “Enron, los típos que estafaron a América” explica cómo los directivos de esta empresa llegaron a convertirla en tan poco tiempo en un imperio financiero. El resultado: varios miles de desempleados y víctimas de esta estafa, sin posibilidad de recuperar sus fondos de previsión social. (FILMAFFINITY)

Categoría: Films analizados

Etiquetas: Actitudes negativas, Felicidad, Infelicidad, Pensamiento crítico, Reflexiones terapeuticas

Etiquetas de cine: Especiales, Listas, Personajes

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