Filmoterapia
¿Por qué es tan importante el cine como herramienta psicológica?
El cine puede servir en muchas ocasiones como complemento terapéutico de gran efectividad, cumple una serie de características especiales que le dan un gran valor en terapia o como simple desarrollo personal.
Las resumimos a continuación:
Intensidad, en una película se deben resumir en minutos un gran número de historias, personajes, escenario y cronología. Esta fuerza con que se narran las historias es muy efectiva para sumergirse en la terapia y trabajar en uno mismo.
Duración, si incluimos series y cortos, podemos decir que la duración de una película se encuentra entre los 10 minutos y las 5 horas, siendo 90 minutos la duración media.
Una película dura lo que una sesión terapéutica larga, el tiempo necesario para transmitir las herramientas y recursos necesarios.
Aprendizaje, la mayoría de las películas funcionan como alegorías, en gran parte de la misma manera como lo hacen los cuentos, mitos, chistes, fábulas, sueños y que pueden ser utilizados en la terapia. El efecto cognitivo del cine de terapia se explica a través de recientes teorías del aprendizaje y la creatividad, que sugieren que tenemos siete «inteligencias». Cuantas mas inteligencias utilicemos mas rapido aprenderemos ya que empleamos diferentes métodos de tratamiento de la información. Ver una película puede necesitar todas las inteligencias: la lógica (el argumento), la lingüística (diálogos), la visual-espacial (imágenes, colores, símbolos), el musical (sonidos y música), los interpersonales (cuentos), el cinestésicos ( movimiento), y el intra-psíquico (orientación interna).
La identificación con los personajes, el objetivo del director es paralelo al terapeuta, se convierte en el mismo que la filmoterapia, que público y paciente logren identificarse con los personajes y sentir los cambios, pensamientos y procesos que ellos están viviendo.
La atención, en un mundo de tanto impacto audiovisual, solemos prestar más atención y concentración a las imágenes. En ese aspecto tiene por tanto mas valor que un libro o audiolibro, incluso llegamos aprestar mas atención a series cortas que a películas medias.
El aspecto social, una película puede ser compartida, viendola con otras personas o hablando de ella posteriormente, de esta forma se multiplica su valor, se comparten las sensaciones que deja con otras personas, se discute sobre ella, se integra la terapia y se motiva a seguir trabajando en uno mismo
Todos estos ingredientes convierten al audiovisual en una magnífica herramienta terapéutica y de coaching.
.En nuestra consulta en A Coruña te proponemos aprovechar al maximo cada uno de estas caracteristicas y aprovechar todos los beneficios de la filmoterapia tanto en terapia como en coaching vital.
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