Podemos decir que actualmente gozamos, desde el punto de vista psicológico, de la mayor libertad individual en la historia de la humanidad (al menos en las sociedades más avanzadas). Podemos pensar como queremos, vestir como queremos, actuar de diferentes maneras ante los problemas, podemos llevar filosofías diferentes ante la vida.
Lo tenemos todo para ser libres pero no lo somos, ¿Qué es lo que ocurre?, la razón principal es que seguimos atados con hilos invisibles y no lo sabemos, la sociedad nos crea necesidades desde que nacemos y nos dicta un rumbo que seguimos a pies juntillas. Actitudes erróneas y prioridades ajenas a nosotros que nos coarta cualquier tipo de libertad.
Esta película nos habla precisamente de eso, de la libertad de elegir nuestra vida y lo complejo que puede llegar a serlo. No es tan fácil salir de nuestras jaulas de mármol y oro, incluso con las puertas siempre abiertas. Como el personaje de la historia, mucha gente vive hoy en día en jaulas lujosas y perfectas, llenas de conformismo, rodeados de sedativos, excusas y miedos. Solo seremos libres si somos conscientes de nuestras ataduras, viéndonos con perspectiva, viviendo acorde a nuestros valores.
Cary Grant (Johny Case) es una de esas personas realmente libres que un día se enfrenta al dilema de continuar con su libertad o de adentrarse en una de estas maravillosas y confortantes jaulas.
Tras un intenso romance con la hija de una de las familias mas acaudaladas e influyentes de Nueva York, Cary Grant conoce a su familia y encuentra ante si una vida llena de ataduras, un mundo de lujo y posesiones y una jaula construida con barrotes de ambición, de hipocresía y apariencias.
A través de los barrotes Cary Grant conoce a los dos hermanos de su prometida (Catherine Hepburn y Lew Ayres), dos personas que sufren porque saben en donde se encuentran, encarcelados dentro de un palacio de riqueza y posesiones. Vivir sin libertad es duro pero el miedo a nuestra libertad es devastador porque nos llena de impotencia e indefensión y acaba con nuestra autoestima.
Es curioso pero muchas de las películas más inspiradoras del cine americano fueron rodadas en los 30´s y en los 40´s. Quizás la sombra de la gran depresión, la llegada de los totalitarismos y la segunda guerra mundial provocó que se virase el enfoque del cine americano a temas tan universales como el altruismo, la generosidad, el romper con la idea de que el dinero da la felicidad, la justicia o la ética personal. Los títulos son inunmerables: Que bello es vivir, Caballero sin espada, Vivir para gozar, Juan Nadie, El filo de la navaja….todas películas mucho más modernas que la mayoría de la filmografía americana actual. Elegir nuestras vidas, replantearnos nuestro camino, conservar nuestra libertad, pasos vitales que algunos de nuestros personajes tendrán la admirable osadía de acometer.
(Genial diálogo entre Cary Grant y Katherine Hepburn en donde reflexionan sobre esa jaula de oro en la que viven)
SINOPSIS: Johnny Case -Cary Grant- es un inconformista que, enamorado de una chica de buena posición, Julia Seton -Doris Nolan-, debe acomodarse a la alta sociedad neoyorquina. Además el deseo de su novia es que trabaje en el banco de su padre, lo cual no va con su carácter. Sólo Linda -Katharine Hepburn-, la jovial hermana de Julia, parece comprender el deseo de Case de vivir una vida diferente a la de ellos. Comedia -adaptada de una obra de Broadway- con los geniales Cary Grant y Katharine Hepburn que obtuvo excelentes críticas. (FILMAFFINITY)
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A partir de la colaboración de expertos en cine, coaches, psicólogos y psicoterapeutas,
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