Vacaciones y crisis (5 pasos para una terapia de pareja y una película)

Esta semana hemos hablado en la radio sobre las crisis de pareja postvacacionales y por eso queremos dedicarle un artículo sobre el tema, porque no hay ninguna duda, siempre que acaban unas vacaciones aumentan las terapias de pareja en consulta.

Las vacaciones suelen tener un interesante efecto en muchas parejas que se encuentran en crisis, tras un periodo de vacaciones conjuntas (sea cuando sea durante el año) pueden ocurrir dos efectos en una relación que no se encuentre en un buen momento. Por un lado durante esas vacaciones puede darse el caso de que la relación mejore de manera significativa,  estar juntos en vacaciones les ha ayudado a volver a cuidar cuestiones fundamentales como la confianza, la admiración, el cariño o la comunicación, estas parejas al acabar las vacaciones se encuentran mucho mejor y si son capaces de buscar más tiempo para la relación seguramente afianzen su mejora.

También puede ocurrir que la relación empeore tras pasar un tiempo juntos. Las razones son variadas aquí, puede ser debido a que el resto del año la relación viva de rutinas anestesiantes que la mantienen con vida ( a veces hasta en coma) pero en cuanto la pareja se ve obligada a verse 24 horas al día toda  esa irrealidad se viene abajo. También puede ocurrir que muchas parejas en crisis interpreten la vacaciones como una panacea de felicidad y de solución mágica a sus problemas, provocando un efecto inverso, una enorme presión vacacional para que las cosas mejoren esos días y que puede acabar de reventar en pedazos la relación. Otras causas podrían ser cuestiones más concretas como la mala gestión de situaciones como niños, compromisos familiares o situaciones especiales que provocan un estrés muy nocivo en las relaciones.

Ante una situación de crisis tras unas vacaciones es muy imporante seguir una serie de pasos que proponemos a continuacion y que nos pueden ayudar a no solo atajar ese bajón afectivo, si no tambien a aprovecharla como crecimiento de la relación. No son pasos fáciles, pero recordemos que muchas parejas han estado en crisis en algún momento de su vida amorosa (es algo bastante normal) y han salido adelante dando estos pasos.

1. En primer lugar necesitamos un momento para nosotros mismos. Tiempo y espacio de calma para reflexionar sobre nuestro estado emocional y poder preguntarnos que está ocurriendo: ¿Soy feliz en la relación?¿Por qué estamos en crisis?¿Cuál es mi responsabilidad en esta crisis?¿Puedo hacer algo?¿O quizás ya no tenga ganas de intentarlo?. A veces acaba aquí el recorrido puesto que puede que veamos que el problema es nuestro (una crisis personal) o que ya no queramos continuar la relación.
   
2. En segundo lugar toca buscar un momento de tiempo y espacio con la pareja. Sentarse y con calma y sin ningún distractor (fuera tele, niños, urgencias, móviles) para así poder profundizar sobre el tema. Esta etapa no es nada fácil porque necesitamos poner encima de la mesa lo que está ocurriendo, expresando lo que necesitamos y sentimos y escuchando y comprendiendo lo que la otra parte nos quiere decir. Dicho de otra manera, en este momento necesitamos ajustar la comunicación al máximo, algo que puede ser muy complicado en una relación en crisis porque es muy fácil caer en los reproches, en las culpas, en victimismos, chivos expiatorios, “Deberías” o “Todo, nada, siempre, nunca….” Pero es fundamental un esfuerzo para analizar cuál es realmente el problema y repartir responsabilidades. Sin una análisis conjunto del problem será imposible seguir hacia adelante.
3. Ahora llega una fase muy importante, necesitamos que la pareja se esfuerce en convertirse más que nunca en un equipo en donde las dos partes se comprometan en la búsqueda de soluciones, para esto es fundamental ver la crisis como una oportunidad para crecer y  tener una filosofía de ganar- ganar en donde los dos intenten ceder y negociar cambios constructivos. El objetivo es proponerse metas concretas de cambio aceptadas por las dos partes. Si se logra avanzar aquí desde la continuidad, las zonas críticas de la relación pueden empezar a mejorar  
4. Finalmente, si las cosas evolucionan favorablemente y la “temperatura” de la relación ya no está bajo cero, llega el turno a seguir aumentando esta temperatura para lograr calidez y bienestar en la relación, es el momento de aumentar emociones positivas a partir del cuidado de la relación, siendo poositivos, buscando más tiempo juntos, detalles, cenas, viajes, sexo…
5. Si nada de esto funciona quizás se pueda intentar ir a terapia de pareja, aquí el terapeuta es el encargado de aportar los recursos y herramientas necesarios para que la pareja pueda resolver sus problemas siguiendo los puntos anteriores pero siempre teniendo en cuenta una premisa básica, el primer camino en terapia es arreglar la relación, pero si no se puede hay que tener muy presente que el segundo mejor camino es saber dejar la relación. Lo peor es coger el camino del medio y continuar una relación negativa que sólo nos provocará infelicidad y quizás una espiral cada vez mayor de malestar y emociones negativas.

DOS EN LA CARRETERA/TWO ON THE ROAD (1967, Stanley Donen)

Para acabar os dejamos con un clásico del cine americano, Dos en la Carretera, una película en donde se analiza la evolución de una pareja a través de sus vacaciones. Audrey Hepburn y Albert Finney nos regalan esta historia sobre la evolución y la crisis de pareja pero dotada de un sentido del humor que nos ayuda a indagar en la evolución de este matrimonio sin caer en sentimentalismos ni dramatismos. Esperemos que os guste.

«Sin lugar a dudas, la aventura matrimonial constituye un apasionante tema de estudio y debate que puede analizarse desde muy diversos prismas. Bergman lo hizo a través de su vertiente más compleja y descarnada con sus “Secretos de un matrimonio” pero, obviamente, ni todas las relaciones maritales son tan abstrusas y dramáticas como las que planteaba el sueco en su peli ni tampoco considero que resulte imprescindible sentar cátedra ni jurisprudencia fílmica para atreverse a tratar tan inextricable vínculo.

Donen, en este sentido, nos ofrece mediante “Dos en la carretera” una visión de la relación de pareja -a través de los años- mucho más ligera y asequible. Una visión que, pese a rozar el tópico en ciertas ocasiones, se nos manifiesta -en términos generales- original, creíble y divertida. Para ello Donen no duda en emplear como hilo conductor de su historia la efectiva e infalible metáfora del viaje. Un recorrido vital y kilométrico a lo largo del cual el bueno de Stanley irá desgranando, mediante continuas elipsis, todas aquellas etapas por las que habitualmente va transitando toda pareja: enamoramiento, pasión, alborozo, complicidad, idealización, discusiones, rutina, hastío, infidelidades, desencanto… Como siempre, con pulso, distinción y eficacia. Renunciando categóricamente a mostrarse trascendental o empalagoso y haciendo gala de un sentido del humor tan ingenioso como mordaz.

Una peli -en definitiva- repleta de buenos diálogos, de secuencias entrañables y divertidas, de buenas interpretaciones (Finney y Hepburn estaban en la cúspide de sus respectivas carreras) y, por si fuera poco, con una partitura (la de Mancini) memorable. No te la pierdas.»

(Una crítica de Taylor para FILMAFFINITY)

Categoría: Recursos psicológicos

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