Elevarse en el cine (una emoción única)
¿Por qué a veces nos emocionamos de manera tan intensa al observar actos moralmente bellos en una película? ¿Por qué cuando el protagonista consigue su objetivo nos estremecemos y se nos ponen los […]
¿Como es posible que sintamos placer y nos relajemos al experimentar la mas negativa de nuestras emociones negativas, el miedo?¿Por que disfrutamos tanto de películas tan inquietantes y escalofriantes como El silencio de lo corderos?Hablamos esta semana de las películas de miedo como elemento terapeutico
La atracción hacia las películas de miedo se basa en la mismo concepto que explica la atracción del público hacia los parques de atracciones, la descarga de adrenalina a partir de una situación que sabemos controlada. Nos decimos a nosotros mismos que las imágenes que estamos viendo no son reales, pero emocionalmente el cerebro reacciona como si lo fuese, nuestro “antiguo cerebro” gobierna nuestras emociones con la complicidad de nuestra corteza cerebral.
Una película de miedo es una manera de explorar tus propias emociones de ansiedad tan segura, práctica, y relativamente fácil de manejar que nos crea un contacto placentero con estas emociones tan negativas. Viviremos las misma sensaciones que Jodie Foster en la oscuridad, al borde del peligro, y nos relajaremos cuando todo haya pasado pero sabiendo que estamos delante de una pantalla, comiendo palomitas y en un cómodo sillón.
(Proponemos una muy interesante explicacion de este fenomeno desde la Universidad de Minnesota, para verlo en versión subtitulada en español ir a la página de youtube y elegir los subtítulos en español)
La filmoterapia también trabaja de las películas de miedo como terapia (mas información en la sección de GRITA en nuestra página Web). En su sentido filmoterapéutico El Silencio de los Corderos representa un gran ejemplo de la capacidad de una película de intriga y terror psicológico para hacer explosionar nuestras sensaciones en un grado a veces retorcido. Eso sí, algunos explosionan duplicando el estrés que ya tenían, y sirven a modo de cafeína cuando ya tienes taquicardia. A otros sin embargo, les sirve para canalizar esa energía aparentemente inmanejable. Entramos entonces en la identificación con los personajes, y el grado de tensión que nos quieren dar con el Dr. Lecter, nos llega a nosotros como personajes ficticios. Sube la adrenalina, nos ponemos más nerviosos, y finalmente nos relajamos. Normalmente, tendemos a optar por películas de terror en estos casos en los que necesitamos sentir la sensación del miedo y la tensión, del grito en sí, pero sabiendo que lo podemos controlar porque no es real, porque estamos a salvo. Es un estilo más, para aquéllos que les gusta un tipo de experiencias centradas en la búsqueda de sensaciones. O sencillamente necesitan desconectar, porque en esta película se consigue desconectar de todo menos del hilo que te va tirando hacia adentro.
Elegir “El silencio de los corderos”, supone elegir un thriller inteligente, basado en una novela de Thomas Harris, y con una interpretación magnífica por parte de unos y otros.
Supone además presenciar una gran batalla hipnótica entre terapeutas de la conducta humana, entre Clarice, una psicóloga criminóloga, y Anibal Lecter, un psiquiatra y asesino en serie, un caníbal en serie que ni dentro de esa psicopatía, deja de lado su intenso, inteligente y acertado análisis de lo que hay dentro de cada persona. Parecería incluso que se come las caras de la gente para que no le estorben, para que no sea nada lo que le perturba, ni siquiera lo físico que nos da forma, en su intento de saber todo sobre ellos.
Esta batalla tendrá un ganador claro en cada lado. El descubrimiento de Clarice en la investigación de otro asesino en serie, y el control de Lecter en las emociones y en la dirección que irá tomando Clarice. Para poder ayudar a la joven psicóloga en su investigación, Anibal le pondrá como condición un desnudo interno de traumas y recuerdos grises. E incluso dentro de una prisión, con rejas y cristales entre medias, el doctor Lecter se convertirá en un caníbal también emocional, y regurgitará cada signo en su mirada, en sus movimientos y en la sonoridad de sus palabras. Y nos hará ver cómo sin querer, las situaciones nos llevan a trasladar y proyectar nuestros miedos y alegrías si nos fijamos bien.
Dejo para vosotros toda esta película, dejo todo por decir, porque es un total descubrimiento volver a ver “El silencio de los corderos” Un thriller de los 90 que 18 años despus sus escenas más violentas casi no representan ningún ataque a la estabilidad de nuestras emociones pero que siguen consiguiendo impresionarte durante toda la película.
The fuckers(Filmaffinity).Me resulta una terapia formidable despúes de ver tanta mierda en la televisión meter el dvd y saciarme con esta magistral película. Es una sensación cojonuda descubrir cuando estamos tan acostumbrados a que insulten nuestra inteligencia como se nos puede tratar como Dios manda, como personas inteligentes, con más de una neurona en en acción por centímetro cúbico de cerebro, sin burdos tópicos, sin ridículas situaciones inverosímiles, sin escenas nefastas ni pretenciosas. ¡Que detalle! ¡Impresionante!.
De Fingers (Filmaffinity).El silencio de los corderos (ó «… de los inocentes» México) es el ejemplo perfecto y racional del modo correcto de formular suspense, intriga y delirio en un solo puño que te golpeara y tratara de estrangularte si te pierdes en alguna confusión del film. Narrada con un singular pulso e intensidad que eleva por los aires al espectador.
Categoría: Psicología a través del cine
Etiquetas: Miedo y terapia
Etiquetas de cine: Análisis película, Cine americano, cine de terror, Especiales, Largometrajes, Otros
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