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¿De que depende mi felicidad? (parte II)

Hoy le toca el turno a Martin Seligman (psicólogo, investigador y creador de la psicología positiva)  y su definición sobre la emoción de la felicidad. Martin Seligman planteó en  2002 (tras años de estudio e investigación) una ecuación sobre la felicidad que hoy veremos en filmoterapia y que analizaremos a través de su libro “La autentica felicidad”.Veremos los tres factores clave de la felcidad y nos llevaremos alguna sorpresa sobre la incidencia de cada uno de ellos en nuestras vidas. Que lo disfruteis.


(La felicidad es un concepto tan complejo que el ser humano lleva toda la vida intentando descifrarlo, por ejemplo en este documental se entrevistan a diferentes personas relacionadas al mundo espiritual, religioso y académico para encontrar el camino a la felicidad. )


Para poder vislumbrar con claridad esta ecuación, tenemos que diferenciar primeramente entre la felicidad duradera y la momentánea. La felicidad momentánea es lo que mucha gente considera como verdadera felicidad y se refiere a “estallidos” de emociones positivas, picos de placer como comer chocolate, hacer el amor o estar en la playa tomando el sol. Estos picos son importantes para generar emociones positivas ( y veremos que son un elemento de esta ecuación) pero son  pasajeros y tan rápido como vienen se van, por lo que no nos sirven para definir con precisión la felicidad.

Por otro lado tenemos la felicidad duradera, si tuviésemos una gráfica y la felicidad momentánea fuesen los puntos más altos de emociones positivas en nuestra vida, la felicidad duradera sería la media de emociones positivas a lo largo de ella o dicho de otra manera, nuestro nivel de satisfacción vital. Este concepto nos permite entender como podemos decir que somos felices aunque estemos  atravesando un duelo o luchando por algún reto que nos está desgastando. Vemos por lo tanto como la felicidad duradera se acerca un poco más a una visión más global de la felicidad.

Por ejemplo, la investigadora Sonia Lyubomirsky nos propone este breve cuestionario para que veamos como andamos en esto de la felicidad:

ESCALA DE FELICIDAD GENERAL

Puntúa de 1 a 7 las siguientes 4 preguntas

1. En general, me considero… (1=Muy Poco Feliz, 7=Muy Feliz)

 

2. En comparación con la mayoría de la gente que me rodea, me considero… (1=Menos Feliz, 7=Más Feliz)

 

3. Algunas personas en general son muy felices y disfrutan de la vida, pase lo que pase, aprovechándola al máximo, ¿Hasta que punto esta descripción es válida para ti? (1=Nada en absoluto, 7=Mucho)

 

4. Algunas personas en general no son demasiado felices y aunque no están deprimidas, nunca parecen tan contentas como podrían estarlo. ¿Hasta que punto esta descripción es válida para ti? (1=Mucho, 7=Nada en absoluto)

Para puntuar el test suma todas las puntuaciones y divídelas entre 4. Por ejemplo la media en USA es de 4,8 y dos tercios d elos que respondieron se situaban entre 3,8 y 5,8.

Continuamos con nuestra ecuación y encontramos la R, que significa el Rango de felicidad, o dicho de otra manera  nuestra carga genética de felicidad. Tras numerosos estudios se ha llegado a la conclusión de que entre el 30 y el 50% de nuestra felicidad depende del “hardware” genético que cada uno de nosotros traemos de serie al nacer. Veamos que tres elementos genéticos podemos observar aquí:

–   La estabilidad hedónica, también conocida como la adaptación hedónica, es la supuesta tendencia de los seres humanos para volver rápidamente a un nivel relativamente estable de felicidad a pesar de los grandes acontecimientos que ocurran en su vida, positivos o negativos. El ser humano tiene una especie de termostato genético de felicidad que provoca que hace que la felcidad aumente (o disminuya) según las circunstancias pero que con el tiempo volverá a su posición normal. Por eso que nos toque la lotería o  fallezca alguien querido no tiene por qué influir en nuestra felicidad.

–  La rueda de molino hedonista, otra característica de  los seres humanos es que enseguida nos acostumbramos a las “cosas que nos dan felicidad” y lo demos por supuesto provocando que no nos llegue y queramos más.

–  Y finalmente el rango fijo de felicidad es nuestro nivel fijo de felicidad, un nivel completamente genético que varía en cada persona. Es como el metabolismo, la extroversión o el coeficiente intelectual, varía en cada persona y si una persona tiene un nivel de afectividad baja puede que tenga menos capacidad de ser feliz. Para quien se “deprima” al leer esto decirle dos cosas. En primer lugar, comentar que un gran espectro de la población nos encontraríamos en unos niveles medios. Y segundo, tenemos dos variables más que si controlamos nos queda una buena porción de la tarta de la felicidad que si que podemos controlar.

(Por ejemplo, Woody Allen seguramente tiene un rango fijo de felicidad bajo pero gracias a su actitud y fortalezas ha conseguido llevar una vida bastante plena)

Luego tenemos las C o Circunstancias vitales, es decir todo aquello que forma parte de nuestra vida ( dinero, salud, sociedad, etc) .Hace tiempo la psicología ( igual que ahora lo cree mucha gente) suponía que está variable tenía mucha más influencia en nuestra felicidad, que era mucho más poderosa y que aumentaba con elementos como el dinero, la juventud, la salud o los estudios. Pues nada que ver, tras numerosos estudios se ha demostrado que las circunstancias que nos rodean influyen tan solo entre el 8 y el 15% de nuestra felicidad y lo que la aumenta ( o no) no es lo que mucha gente se espera:

– Circunstancias vitales que aumentan ( algo) la felicidad

  1. Vivir en una democracia sana tiene una gran influencia.
  2. Tener una relación estable aumenta también la felicidad aunque esta clave está en entredicho porque quizás tenga un efecto no causal.
  3. Evitar que nos pasen cosa malas en la vida solo tiene un efecto moderado.
  4. Crear un entramado social rico tiene un efecto intenso aunque esta clave está en entredicho porque quizás tenga un efecto no causal, es decir quizás tengas muchos amigos porque eres feliz y no al revés.
  5. Una vida espiritual tiene un efecto moderado

(Esta cita de Harry Potter refleja muy bien el poco poder que tienen nuestras circunstancias si sabemos como afrontarlas)

– Circunstancias vitales que ( casi) no aumentan la felicidad:

  1. Ganar dinero. Si eres capaz de pagarte un móvil con acceso a Internet, tu sueldo tiene un efecto escaso o nulo en la felicidad, además las personas más materialistas son las menos felices.( Más sobre este aspecto aquí)
  2. Tener salud tampoco influye, lo que influye es la salud subjetiva, no la objetiva. ( Ver nuestro post sobre Discapacidad y superación a través del cine)
  3. Aumentar al máximo nuestro nivel de estudios: Ningún efecto.
  4. Cambiar de raza o irse a un clima más soleado: Ningún efecto.

Y finalmente tenemos las variables voluntarias, aquellos elementos que componen el 40 % de nuestra felicidad y que depende absolutamente de nosotros, tras años de estudios Martin Seligman propuso  en 2002 tres elementos clave que podemos trabajar para aumentar nuestra felicidad.

1. Emociones Positivas: Esta dimensión se refleja en el flujo positivo emocional a lo largo del día. Mientras mayor sea el número de emociones positivas en relación a las emociones negativas, mayor será nuestro bienestar. Sin una buena actitud ante nuestro pasado, presente y futuro, es muy difícil fluir emocionalmente.

(«Mira siempre el lado luminoso de la vida», excelente canción de los Monty Pythons para definir dos generadores de emociones positivas, el optimismo y el sentido del humor)

2. Compromiso: Cuando estamos realmente comprometidos en una situación, una tarea o proyecto, experimentamos un estado de flujo: el tiempo parece detenerse, perdemos nuestro sentido del yo, y nos concentramos intensamente en el presente. Cuanto más nos comprometamos con lo que hacemos, con nuestra vida, trabajo o sociedad más probable es que experimente el bienestar.

(En doce hombres sin piedad vemos la importancia de la capacidad de compromiso de Henry Fonda con la justicia y los valores éticos)

3. Significado: El pertenecer a algo más grande que uno mismo es uno de los pasos para desarrollar la felicidad. Por ejemplo, el ayudar a alguien genera más felicidad según Seligman que adquirir bienes materiales.

(Excelente extracto de Hannah y sus hermanas en donde Woody Allen se ayuda de este elemnto para salir adelante)

Por Jaime Burque

Categoría: Felicidad & Bienestar

Etiquetas: Bienestar, Compromiso, Emociones positivas, En busca del sentido, Felicidad, Flujo

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